Exposicion de Alberto Garcia-Alix en La Principal de Tabacalera: Un horizonte falso
Para mí, la fotografía es poesía
visual"
"Con la cámara no pagas psicoanalista, eso que te
ahorras"
"La fotografía me ha librado de estar en una oficina o de
ir a la cárcel"
"¿Un fondo blanco? Eso es una inmensa gama de grises"
"Sin la fotografía podría vivir. Sin mujeres, no"
"Fotografiar
exige un paso al frente. Posicionarse frente a lo que se mira. También
mirarse"
Y una en referencia a sus comienzos: "Nadie entiende ahora
que en aquellos años era más subversiva una chica yendo a comprar el pan con
una minifalda de cuero que toda la parafernalia de un discurso político".
Cada una de las más de 80
imágenes de esta muestra —que incluye un vídeo explicativo del trabajo con su
propia voz— "nacieron de una revelación", de un momento especial en
el que García-Alix sintió que tenía que disparar su Hasselblad, como con el
retrato a su amiga Gemma semanas antes de morir esta de un cáncer. La
fotografió en el momento en que ella vuelve su cabeza sin pelo a un fondo gris.
Producidas en su mayoría entre 2010-15, él define estas imágenes como
"momentos de deslumbramiento, en los que hay un halo de emoción y me gusta
lo que estoy mirando", explica, antes de soltar, lapidario: "La
cámara me centra. La fotografía me mantiene vivo".