¡Bienvenidos!

LA FOTOGRAFÍA,

el arte de dibujar con la luz, es un ejercicio de observación y el resultado un golpe de suerte. Una buena foto la hace cualquier maquina; una buena serie la hacen solo los fotógrafos. Cuidado, son verídicas y sin embargo mienten. Empiezas buscando la felicidad que te da conseguir una imagen única y bella, pero cuando te metes en el ajo te das cuenta que sin proyecto fotográfico no eres nadie

Dedicado a mi MARIBEL, por su apoyo.

FOTOGRAFIAS ICÓNICAS: GRACIELA ITURBIDE

 2020/10/08

LA MUJER ANGEL



Datos de la fotografía

La imagen de una mujer que camina con un magnetofón y que se realizó en el desierto de Sonora, en México, en 1979. Estaba trabajando Graciela Iturbide en Punta Chueca, cerca de la frontera con Arizona, en un proyecto sobre el pueblo Seri para el archivo etnográfico del Instituto Nacional Indigenista. En aquella época, la comunidad indígena era apenas de 500 individuos.

Los Seris son antiguos nómadas y esta fotografía representa la transición entre su forma tradicional de vida y los cambios que la sociedad capitalista ha introducido en ella.

  • “Yo no recordaba haber tomado esa fotografía, pero cuando hice la selección de fotos sobre los seris para el libro titulado -Los que viven en la arena-, mostré todos los contactos del viaje a Pablo Ortiz Monasterio, y fue entonces que él me preguntó: “¿Y esta foto?”.
  • “Los contactos muestran toda la serie de la mujer caminando por el desierto, pero no supe ni a qué hora tomé esa foto en particular. Fue un golpe de suerte, casi como si la cámara, solita, hubiera tomado la foto. Considero que fue un regalo que me hizo la vida”
  • “La llamé -la Mujer Ángel-, porque parece como si volara sobre el desierto. Llevaba con ella un magnetofón, que es algo que los Seris consiguen de los norteamericanos a cambio de cestas y esculturas, y así pueden escuchar música mexicana”

 

El desierto de Sonora que aparece en la fotografía nos sugiere un espacio de frontera, tanto espacial como cultural. Un lugar que aparece definido por la diferencia y la otredad, donde se produce un proceso de negociación permanente.

 

Un personaje de carácter algo surrealista, grotesco y hasta cierto punto extravagante; ridículo en la representación del modelo indígena. La mujer casi parece volar sobre el territorio; parece un ángel o, mejor dicho, mitad ángel mitad demonio. La parte superior de su cuerpo es oscura, el rostro oculto, y la otra mitad, de cintura para abajo, está cubierta por una falta de un color blanco brillante. Pureza y oscuridad, luz y sombra, vida y muerte, viaje y búsqueda, soledad y misterio, se adivinan en una figura que parece más un pájaro que un ser humano.

 

La magia de la fotografía le viene de sus limitaciones, de su carencia de certezas, de una falta de información, de la narración a través de conjeturas; una búsqueda de la compresión del enigma. Hay una tensión que se genera entre lo que muestra y lo que oculta, en lo que intuimos pero que no vemos. La imagen así se antoja un acertijo que nos aborda y habita, un laberinto al que es imposible encontrarle la salida o certeza

 

Hay un silencio en la escena que ensordece y paraliza los sentidos; un personaje que parece fuera de espacio y tiempo: un ángel extraviado.

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