2021/11/04
Uno
puede enfrentarse a los estereotipos y convencionalismos perennes de la
sociedad, a través de una crítica
directa o bien, desde otro punto diametralmente opuesto, con el uso de la ironía y el absurdo. Vivimos
en mundo en que todavía se niega con reiteración, a pesar de las apariencias,
la legitimación de las relaciones entre personas del mismo sexo y más aún si
estas van asociadas a una relación
intergeneracional.
¿Y cómo
hacerlo? Nada mejor que utilizar las
imágenes en el ámbito doméstico y fundirlas en el tradicional álbum familiar.
El álbum familiar que siempre ha representado la normalidad, a las familias que
se adecuan a las normas sociales.
Según reza la famosa afirmación de Roland Barthes:
"la fotografía no dice necesariamente lo que ya no es,
sino solo y con certeza lo que ha sido"
Los
dos trabajos que a continuación se muestran van en esa dirección. Mediante la
creación de fotografías performativas, el uso de la metafotografía y la
inclusión de personajes icónicos del mundo del arte, la música y la literatura,
John Paul Evans crea dos álbumes familiares de fotografías, junto a su
"atípico" compañero de pareja, bastante mayor que él.
"Hasta
que la muerte nos separe" tiene como hilo conductor el famoso cuadro de la
familia Arnolfini pintado por Jan van Eyck. Es seguramente la representación
más famosa de un retrato de boda en la historia del arte. El retrato de las
figuras del cuadro es de un realismo inquietante, porque su inmovilidad es como
la de las cosas que los rodean.
En
el segundo trabajo, "Home sweet home"
(hogar dulce hogar), la idea
parte de la balada sentimental del mismo título, compuesta en 1822 por John
Howard Peine, y que fue utilizada como propaganda unificadora en la guerra de
Secesión estadunidense. Por circunstancias y acontecimientos fortuitos, esta
balada se asocia a personajes como la cantante de ópera Adelina Patti, Abraham
Lincoln, Gusiepe Verdi y Oscar Wilde.
HASTA QUE LA MUERTE NOS SEPARE
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