UN HISTORIA CONTADA A TRAVÉS DE UNA FOTOGRAFÍA
Seguro que hemos oído decenas de
veces en ámbitos fotográficos, que una imagen, una fotografía con visos de ser
respetada, ha de contar una historia. Y la afirmación llega aún más lejos, “una buena fotografía solo es aquella que
cuenta una historia”, como una sentencia inexorable.
Un dilema que suscita reacciones
y opiniones encontradas en foros y agrupaciones fotográficas. Yo normalmente, al escuchar esta
frase callo ante la duda. Mientras, la frase anterior me crea un efecto Zeigarnik
en mi cerebro, sin conseguir resolver si este precepto puede considerarse como
tal.
El cine a través de sus
fotogramas, un poema a través de sus versos, una novela, un cuento… ha sido la manera
de siempre de contar historias que el receptor las percibe y las siente como
tales.
La palabra lo hace, lo hizo por siglos sin apenas la ayuda de la imagen creada por pintores y dibujantes, y hoy, cuando la fotografía ha puesto a nuestro alcance el uso de la imagen casi con la misma inmediatez que las palabras, los textos literarios, los escritores, continúan aspirando a la suficiencia en la transmisión de su mensaje y eluden el uso de la fotografía, pues necesitan autosuficiencia para que el relato cobre vida propia en cada lector, que pueda convertirse en una realidad personal en la que cada quien incorpora a las palabras sus propias imágenes.
Volviendo a la fotografia, hay
proyectos fotográficos que cuentan historias, a veces tremendas, a través de
una serie de imagenes relacionadas entre sí, pero que vistas individualmente nos
producen desconcierto y a veces hasta desdén. Es en la secuencia o agrupación
de imágenes en dípticos, trípticos, series o proyectos, donde reside la
mayor capacidad de la fotografía para la narración. Utiliza Llorenç Raich, en
su libro “Poética fotográfica” unas palabras de José Saramago para referirse al
diálogo narrativo que puede establecerse entre imágenes “Ninguna palabra es en
sí poética. Lo que la hace poética es la palabra que está al lado”.
¿Pero, puede una sola fotografía
contar una historia, y que debe además ser percibida por el receptor, por el
espectador?. Una imagen, una instantánea que nos interpreta esa milésima de
segundo captada, ¿es suficiente información para una historia?
Nos encontramos con fotografías en las que estas cuentan una historia, una idea, una vez que su autor la transmite de un modo verbal. ¿Es esto válido? ¿Una fotografía, para contar una historia, necesita estar acompañada de palabras, cuando al contrario, ni sucede, ni es recomendable?. No hago sentencias afirmadoras, pues no hay verdad si no se tienen dudas, si no hacemos a menudo de abogado del diablo de uno mismo. Y por ello planteo interrogantes más que razonables, al pensar que es más un deseo que una evidencia, solo sentimientos personales a modo de apariencia.
Nos encontramos con fotografías en las que estas cuentan una historia, una idea, una vez que su autor la transmite de un modo verbal. ¿Es esto válido? ¿Una fotografía, para contar una historia, necesita estar acompañada de palabras, cuando al contrario, ni sucede, ni es recomendable?. No hago sentencias afirmadoras, pues no hay verdad si no se tienen dudas, si no hacemos a menudo de abogado del diablo de uno mismo. Y por ello planteo interrogantes más que razonables, al pensar que es más un deseo que una evidencia, solo sentimientos personales a modo de apariencia.
Una buena fotografia, más que contar una historia, lo que invita es a generar preguntas y allá, cada uno que la observa, con sus respuestas. Algo mas intuitivo que racional. Preguntas y respuestas que pueden llevar a historias inventadas. Hacer preguntas, eso es para mí la fotografía y una fotografía es una pregunta imposible.
Esta fotografia de Jimmy Sime de
1937, tiene y pide una explicación, pero no cuenta una historia. Hay, no hay
duda, historias detrás de estos personajes, pero que la fotografia no cuenta.
No son fotografías, aunque parecen serlas, pero los cuadros de Edward Hooper invitan a crear un argumento de la escena para quien las observe.
El fotografo no trabaja para asociar ideas, como lo pueda hacer el intelectual. Trabaja para asociar obsesiones como los escritores y a traves de estas obsesiones quizás pueda transmitir una idea.
De esta fotografia habla su autora Katy Gomez Catalina: “quería capturar la relación que se establece entre la quietud de las obras de arte, siempre inmóviles, siempre iguales, y el público”. En cambio podía darse otra lectura diametralmente distinta: “la parte del cuadro transmite tensión, por la actitud de los personajes, y los visitantes del museo, por el contrario, complacencia y quietud". Se produce por tanto una ambivalencia en la lectura
El truco que realiza un mago, al
igual que un fotógrafo o un escritor, es el de modificar lo que percibimos como
real; crear un engaño que a pesar de que el espectador sabe que existe, es
invisible para aquel que lo observa. La realidad que nos engloba ya no es algo
únicamente externo, se convierte en un objeto manipulable que puede tocar,
observar.
El truco de la belleza es que no
se encuentra ahí como elemento individual, en una pintura, en un libro, en una
fotografia, sino más bien se halla en una manera de observar y de
proporcionarle un sentido para una historia.
Raymond Depardon:
Para este, fotógrafo francés, el
acto de la escritura ofrece una temporalidad distinta del acto de tomar una
imagen. El escritor fundamentalmente se escucha a sí mismo e impone su ritmo,
mientras que durante el acto de fotografiar el artista debe permanecer en
silencio, escuchando una voz ajena, a la espera de un momento no decisivo,
sino esencial. “Una fotografía es el fruto de un pensamiento. Existe porque ya
estaba allí, enterrada dentro de uno mismo.
Es la afirmación de un pensamiento”.
Susan Sontag:
dice en cambio: “las fotografías, que en sí mismas no
explican nada, son inagotables invitaciones a la deducción, la especulación y
la fantasía”
Masao Yamamoto:
Afirma acerca de sus fotografías:
“yo reduzco la información para que el espectador pueda imaginar”.
Robert Frank
"Algo debe quedar para el espectador. Él debe
tener algo que ver. No se dice todo por él".
Txema Salvans:
"Lo que me interesa de mi fotografía es que genere una
pregunta, no una respuesta"
Leonard Freed:
“Yo no decido la lectura que hay que hacer de mis
fotografías. Cuanto más ambigua es la foto, mejor es. De otro modo, sería
propaganda”
Alvaro de Campos:
“El único prefacio a una obra es el cerebro de quien la lee”
Gabriel Brau:
En su libro visión fotográfica y
lenguaje visual manifiesta:
“La obra fotográfica
contemporánea no es la obra de un solo código y un solo significado, sino que
trata de una obra abierta y viva, que adquiere una dimensión, una historia y un
destino nuevo, porque cada recepción puede ser una nueva recreación. Es decir,
cada observador se apropia de un nuevo y particular significado, a partir de la
misma obra”
Eduardo Momeñe:
"no creo que la fotografia
sea un medio narrativo en sí mismo"Pep Bonet
"no hay nada que me encienda mas, que un discurso para defender una foto"
Josef Koudelka
"Me gustan muy pocas fotos.
Para mí se trata de una imagen que cuando la ves no la puedes olvidar, que
permite que quienes la miren inventen diferentes historias
Ricky Davila
“Huyo de la doble página en la
que aparece un poema y una imagen, porque al final se trata de dos registros
que conviven en un corpus, el libro, pero no en la doble página. Evito el
correlato entre texto e imagen porque no lo hay, no existe”
Raoul Hausmann:
Uno de los fundadores del dadaísmo.
“Existe la creencia de que la
fotografía debe narrar una historia,
ilustrar recuerdos, sentimientos. En otras palabras, que el aspecto visual de
la fotografía es menos interesante o menos importante que la fábula a la que se
somete…, nada más lejos de la realidad”
“El fotógrafo genuino no refleja,
sino que se siente conmovido por el contraste de la luz, la forma, la
orientación de las formas que percibe u observa”.
Alejandro Castellote:
“Lo que convocan las imágenes, no resiste la simplificación a las que las somete un texto”
“Lo que convocan las imágenes, no resiste la simplificación a las que las somete un texto”
Una de las definiciones que la
Real Academia Española de la Lengua da a la acepción “historia” es: “narración inventada”.
Pienso que es como un chiste; si
lo tienes que explicar, ¿qué sentido tiene?. Lo dejo ahí.
Texto: Manuel Iglesias
- Fotos: Jimmy Sime; Katy Gomez– Cuadro: Edward Hooper
¿Sabees cual es la diferencia entre tomar una foto y hacer fotos? Pues aquí te lo explicaremos, desde DE Fotografías
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