2023/01/19
“Una fotografía no es necesariamente una
mentira, pero tampoco es la verdad. Es más una impresión fugaz y subjetiva. Lo
que más me gusta de la fotografía es el momento que no puedes anticipar: tienes
que estar pendiente constantemente de él, listo para recibir lo inesperado”
Ciudad
de Le Brusc. Provenza, Francia. 1976
Marine Frank, última esposa de Henrri Cartier-Breson. Fue miembro de la Agencia Magnum.
En 1936, tras una huelga de más de un millón de trabajadores, el gobierno francés firmó los Acuerdos de Matignon que exigían, entre otras cosas, 12 días de vacaciones pagadas al año para los trabajadores, y que llegaron a conocerse como la "Carta Magna del empleo francés".
En 1976, cuarenta años después de este hecho
histórico, La Fondation Nationale de la Photographie encargó a Martine
Franck y a otros cuatro fotógrafos que informaran
sobre el tema: Les Français en Vacances (Los franceses
de vacaciones).
"Quería expresar lo que eran las vacaciones sin
probar nada, y evocar un ambiente sin necesariamente describirlo"
La escena, y los individuos dentro de ella, está dibujada suavemente, bajo la atenta mirada del chico tumbado en la hamaca, que hace las veces de la propia visión de la fotógrafa. Esa mirada que hace un recorrido fotográfico por toda la imagen, encontrando a su paso diversos personajes en variadas situaciones, al que ayudan las múltiples líneas existentes, el camino insinuado y los globos de iluminación. Son, por supuesto, el centro de atención de Martine Franck, pero también lo son las fuertes sombras dibujadas por el sol del mediodía. La sombra del chaval y de la hamaca, en primer plano, aportan masa visual a la base de la fotografía, ayudan a reconstruir su postura y generan tridimensionalidad al separar el cuerpo del suelo.
Tres miradas coincidentes: la del espectador, la del fotógrafo y la del protagonista de la imagen, todos distraídos observando a las personas integrantes de la escena, en una actitud de calma y sosiego
No hay una definición en la imagen de un ‘feliz vacacionista', sino de un ‘ocioso vacacionista’, abrazando esa falsa libertad, ya sea para bien o para mal, que permiten las llamadas vacaciones.
Vuelvo a la idea que mantengo, para que una imagen fotográfica me llame poderosamente su atención: su contenido expresa orden, ausencia de caos, o en todo caso, la existencia de un caos ordenado.
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