“No puedo fotografiar más allá de
la luz”
Atín Aya fué un fotógrafo andaluz
(nacido en Sevilla en 1955 y fallecido el 16 de septiembre de 2007 también en
Sevilla)
Atín Aya fue capaz de armar con
paciencia sus fotografías, en las que los ingredientes, humanos y objetos
marginales, formaban parte de sus composiciones fotográficas.
Se advierte una
mirada paciente para captar equilibrios de sombras, paisajes y sobre todo a las gentes.
Gentes en su entorno natural de vida, gentes posando con extrema naturalidad,
relajados, incluso distraídos, dignos, entregados al objetivo. Individuos en suma, aislados o en grupos, que parecen haberse pasado toda la vida delante de una cámara.
Imágenes donde se palpa la dureza de la vida de muchas gentes, esas gentes invisibles, sobre todo las del campo. Decía Juan de Mairena (Antonio Machado), que "nuestra afición al campo es una mera afición al paisaje. El campo para el arte moderno es una mera invención de la ciudad". La afirmación es contundente y cierta, pero estas imágenes demuestran que el campo como tal, todavía existe.
Imágenes donde se palpa la dureza de la vida de muchas gentes, esas gentes invisibles, sobre todo las del campo. Decía Juan de Mairena (Antonio Machado), que "nuestra afición al campo es una mera afición al paisaje. El campo para el arte moderno es una mera invención de la ciudad". La afirmación es contundente y cierta, pero estas imágenes demuestran que el campo como tal, todavía existe.
Atin Aya es un ejemplo de usar la cámara para verificar "lo que aún existe de milagro”; el disparador como sonda que extrae la hermosura
de lo cotidiano, la fotografía como documento notarial. Sus imágenes demuestran que no hay
que ir a buscar lo exótico a territorios remotos sino que lo tenemos muy cercano… pero sin prisas, ni plazos. Son imágenes icónicas que nos hablan de
mundos próximos que nuestra mirada ningunea y la ajetreada sociedad olvida.
La última entrega de fotografías
del autor se reunió en su libro póstumo de título Paisanos, publicado en 2010.
A este grupo de fotografías había precedido la serie Sevillanos,
terminada en 2001 y fruto de los retratos tomados durante 20 años a los vecinos
de la capital andaluza.
Su proyecto más reconocido fue Marismas
del Guadalquivir (1991-96), premiado en FotoPres 1990. En él reflejaba las
condiciones adversas de la vida diaria de los marismeños y cuya fotografía
puede haber servido de inspiración en 2014 a la película La isla mínima.
MARISMAS DEL GUADALQUIVIR
PAISANOS
SEVILLANOS
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