2023/03/05
“la luz que a veces
aparece y a veces nos abandona, y así intermitentemente, es aún más terrible
que la oscuridad total."
(Edmund Burke // Sobre lo sublime y lo bello)
Fotografía: Blas González
// Travesía de Vigo, 2023
Mirando la imagen fotográfica que
atrajo mi atención, me lleva a desentrañar su mensaje. De fondo la Travesía, la
alienación de la vida y el paisaje urbano, que mira desde unas ventanas
encendidas a una oscuridad impenetrable, a unos espacios y restos que lo que fue
el paisaje. Una huella onírica: lo que todavía existe, pero ya habla al pasado de
la historia de Vigo. Un encuentro de callejones, una encrucijada sacada de la
oscuridad para mostrar su terrible existencia de abandono y soledad. La luz
hace que brille con un resplandor fugaz, casi póstumo, que parece envolver a estas
construcciones un segundo antes de que desaparezcan para siempre.
Sigo a Blas González, en sus
aportaciones al mundo de la fotografía, que se prestan a reflexiones y
aprendizajes muy interesantes. Uno de sus trabajos se denomina “Travesia”,
englobado con otros trabajos, con el término “Estudos de paisaxe”.
Al hablar de su trabajo
fotográfico, Blas González manifiesta que la lógica del slogan municipal
“Vivimos nunha cidade fermosa”, no se aplica a la Travesía de Vigo, uno de los
barrios con más densidad de población de toda Galicia y considerado el máximo
exponente del “feísmo” urbanístico, Impulsado por las políticas desarrollistas
que se llevaron a cabo entre los años 60 y 70 en España.
Consecuencia de las primeras
sacudidas demográficas fue la expansión de la ciudad sobre las zonas
periféricas que aún conservaban usos rurales, y que debido a la falta de
previsión, provocaron un considerable caos urbanístico en estas zonas
limítrofes, cuyas huellas aún son visibles en el actual diseño de la ciudad,
donde conviven los usos rural y urbano del espacio.
A ambos bordes de una antigua
carretera comarcal, se levantó una muralla de edificios, que albergaron a miles
de trabajadores procedentes de otras zonas de Galicia. Detrás de esta
precipitada barrera se ocultaban fincas, que aún hoy en día mantienen el uso
rural.
En la Travesía no hay más que
viviendas y pequeños comercios locales. Es un lugar de tránsito, un paso
obligado para salir de la ciudad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario